Faltan solo un par de días para la llegada del 2016, un año lleno de retos y motivos para emprender o mejorar nuestros negocios. Vivimos en un mundo lleno de tecnología e innovación, por lo que las empresas deben adaptarse a los cambios. Te presentamos siete retos que los empresarios y sus respectivos negocios enfrentarán este 2016.
Velocidad mayor: El tiempo es dinero y el mundo no se detiene, tampoco la competencia. Habrá que atender a todos los usuarios por igual y en todas las plataformas existentes, desde dispositivos móviles, oficina presencial, páginas webs, etc. Es vital aprender cómo funciona cada proceso y optimizar los servicios.
Nuevo chip: El mundo cambió y debemos adaptarnos a las nuevas formas de hacer negocios. «Lo digital» ya dejó de ser asunto de una sola área. Implementar la tecnología en todos los departamentos o divisiones es una necesidad. La barrera entre lo digital y lo físico ya casi desaparece.
Big Data: Antes padecíamos de escasez de información, los datos que obteníamos de nuestros clientes o de la competencia, además que tardaban mucho, no eran exactos. Ahora estamos en la era de la información y hay una enorme cantidad de datos. Gracias al big data, tenemos acceso a información de nuestro target, pero lo que necesitaremos más este 2016 serán especialistas en análisis para tomar las mejores decisiones.
Un nuevo perfil profesional: Al contratar jóvenes en cargos clave para nuestra empresa, tienen que poseer cualidades para las plataformas digitales, para que nos ayuden a ir un paso adelante ante cualquier innovación. Además, también es importante ser más flexibles con el nuevo régimen laboral.
Colaboración: Las nuevas empresas son totalmente innovadoras gracias a la tecnología que permite escenarios colaborativos. ¿A qué nos referimos? Por ejemplo, UBER, multimillonaria compañía de taxis que no tiene flota de automóviles, sino que hace que los taxistas colaboren y sean parte de la empresa, siendo el nexo entre ellos y los clientes por medio de la aplicación móvil.
La voz de los usuarios: Ya no hay dónde ocultarse si el producto o servicio es malo, las redes sociales y los blogs son plataformas en donde los usuarios se quejan y descargan sus frustraciones, quejas o sugerencias. Un usuario puede «destruir» una marca con una sola publicación. Ahora más que nunca cuidemos la reputación.
Desconfianza: Los tiempos cambian, pero las pasadas generaciones aún desconfían de la tecnología y, por ende, del comercio electrónico, de los dispositivos móviles o de la reputación online. Hay que tener cuidado en cómo exponemos nuestra marca y en cuidar nuestro objetivo. Este 2016 hay muchos cambios por hacer pero no hay que olvidar las estrategias para los usuarios más desconfiados.