¿Cómo convertir tu negocio en una franquicia?

Si tienes un negocio que ya comenzó a alcanzar renombre, que resulta rentable y que ya logró posicionarse en una buena parte del mercado, entonces puedes comenzar a pensar en convertirlo en una exitosa franquicia comercial.

Una franquicia es un modelo empresarial en el que, una empresa que ya tiene un tiempo en el mercado, ofrece sus conocimientos, técnicas, productos o servicios, para ser replicados por otras personas a cambio de un pago. De esta manera, el negocio crece a manos de otras personas, pero manteniendo siempre aquellas características originales que lograron posicionarlo en el mercado.

Como característica principal, siempre debemos considerar que nuestra marca ya debe tener un tiempo resultando rentable en el mercado. Este es el principal aspecto que podrá convertir a nuestro modelo de negocio en una idea franquiciable. Pero, ¿qué tan famosa debe ser nuestra marca para empezar a franquiciar?

El sistema de franquicias puede ser implementado antes de alcanzar notoriedad con la marca, es decir, que la franquicia es la que puede contribuir a hacer a acelerar el proceso de expansión y conquista de mercados, haciendo por ende más conocida o famosa a una marca. Claro que contar con una marca ya reconocida ayudará mucho más al crecimiento del negocio franquiciado, pero ya vimos que no es indispensable.

Otro aspecto importante, es que el negocio debe ser susceptible a ser “clonado”. Con ello nos referimos a que todas el conocimiento, las técnicas, la producción, etc, deben poder ser transmitidos, de manera que se logre mantener una identidad en los productos y servicios ofrecidos.

Esta transmisión deberá efectuarse de la mejor manera para que los conocimientos sean aprendidos y puestos en práctica. Para lograr este objetivo las empresas elaboran, conjuntamente con consultoras especializadas, Manuales operativos donde se recoge por escrito y al detalle todas las operaciones.

Con el mismo fin, se estructuran cursos de capacitación inicial, continua y permanente. Lograr la transmisión adecuada del conocimiento propio de la marca será de vital importancia para el éxito de la implantación de cualquier franquicia.

Uno de los atractivos de este formato de negocios llamado franquicia, es la posibilidad de abrir nuevas tiendas bajo el paraguas de una marca reconocida. Para poder tener la exclusividad de uso de la marca es necesario contar con un registro de esta. A partir de este hecho la marca puede ser dada en uso a un franquiciado. Sería errado pensar que la empresa podría otorgar una franquicia si adoleciera de un problema relacionado con su marca.

En el Perú hay una carencia de cultura marcaría, ya que hay muchos empresarios que confunden el hecho de constituir una empresa con un determinado nombre, con ser el titular de la marca. Por eso conviene recordar, que para ser titular de cualquier marca, logotipo y demás signos distintivos de la propiedad intelectual y gozar de los derechos inherentes a esta titularidad, se debe seguir los procedimientos establecidos por el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi).

A propósito del punto anterior, si una empresa aún no cuenta con una marca reconocida, lo que sí resulta indispensable es que tenga un concepto atractivo, es decir, que tenga aceptación de parte del consumidor.

En nuestro país con mayor frecuencia están surgiendo conceptos cada vez más atractivos, sobre todo en el rubro gastronómico, con una oferta original y con estándares interesantes de calidad. Entonces podemos afirmar que cuanto más original y atractivo sea el negocio a franquiciar, más posibilidades de tener éxito en interesar a más posibles franquiciados. De lo contrario, el inversionista no va a percibir un know how diferenciado que él no pueda desarrollar en una aventura independiente.

Parte de lo atractivo que pueda ser un negocio de franquicia dependerá de qué tan rentable sea para el franquiciado. Esto va a depender de qué tan bondadoso pueda ser el concepto, para permitir que tanto franquiciante como franquiciado puedan ganar dinero. Es decir, qué tan competitiva puede llegar a ser la franquicia o qué tan bondadoso puede ser el concepto, que tolere, aparte de la inversión en poner en marcha el negocio, el derecho de entrada y el cobro de regalías mensuales.

Por lo tanto debemos clonar el éxito comercial y no un fracaso. Nadie va a adquirir una franquicia que no sea atractiva.

Es necesario señalar que el franquiciante, al ofertar su negocio bajo el formato de franquicia, deberá ofrecer escenarios financieros que demuestren la rentabilidad del negocio con indicadores claros como montos de inversión, tiempo de recuperación del capital y márgenes de utilidad, entre otros.

Entonces, aquella empresa que desee convertirse en franquicia deberá instrumentarse de una forma tan profesional que se refleje en su oferta, que deberá ser elaborada por consultores especializados en el tema. Las estadísticas demuestran que la decisión de compra de una franquicia va a estar definitivamente condicionada a la parte financiera, más que al gusto por un rubro

Si tenemos bien presentes nuestras metas, podemos crecer más rápido en comparación a nuestros miedos. Lo importante es tener la visión necesaria para saber dónde queremos llegar, y lo restante es crear conciencia del reto tan grande que se nos presenta.

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