Aunque no lo creas, la primera impresión es un factor importante para el éxito de nuestras relaciones. Según especialistas, basta contar con 2 segundos para que la otra persona sepa con quién está hablando al solo observar ciertas características de quien conoce por primera vez.
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Por ejemplo, cuando alguien acude a una entrevista de trabajo, el reclutador, en instantes, sabe si el postulante es el adecuado para el empleo en oferta. Inclusive podríamos afirmar que el mayor porcentaje de éxito en una entrevista laboral, presentación ante posibles socios o clientes, se debe a la primera impresión.
Es decir, se trata más de una cuestión de feeling, que de cualidades. También es posible cambiar la primera impresión luego del diálogo. Sin embargo, es mejor que tu presentación la inicies con pie derecho.
Por eso, a continuación te traemos las formas más comunes en que se arruina la primera impresión.
- Llegar tarde. Debes procurar estar puntal en una entrevista o reunión de negocios. El llegar tarde se traduce como poco compromiso e irresponsabilidad. Si vas a demorar en llegar es mejor avisar con anticipación.
- Reflejar una mala apariencia. Trata de vestirte adecuadamente para cada ocasión y no te olvides de tu higiene.
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- No saludar adecuadamente. El saludo es muy importante. Recuerda que el apretón de manos debe ser firme (ni tan suave ni tan fuerte), a la misma vez debes sonreír mirando a los ojos de la otra persona. Además mantén la postura erguida y habla con un tono de voz medio.
- No saber con quién estás hablando. Antes de reunirte con cualquier persona, indaga de quién se trata. Esto lo puedes lograr a través de redes sociales o contactos en común. Si se trata de una entrevista de trabajo, infórmate bien sobre la empresa; sobre todo de su cultura organizacional.
- Hacer preguntas que no tienen que ver con la presentación. Valora tu tiempo y el de la otra persona. Enfócate en tus objetivos y sé claro cuando te comuniques.
- Tener actitud de sabelotodo. Si tienes amplios conocimientos sobre el tema en cuestión de la reunión, sé cauteloso, no es bueno presumir lo “mucho que sabes”. Ten en cuenta también que es fundamental saber escuchar a la otra persona.
Por último, ten en cuenta que no tendrás una segunda oportunidad para generar una buena primera impresión. Asegúrate que con tu actitud y lo que muestras externamente logres cautivar a clientes, futuros socios o entrevistadores laborales.