Renzo Costa es reflejo del poder que tiene el ‘empezar desde abajo’. Así lo ha demostrado Marina Bustamante, la mujer que emprendió el negocio de elaboración y venta de carteras, casacas y accesorios de cuero.
En su casa de Barrios Altos, Bustamante inició su negocio con tan solo dos máquinas usadas y una mesa. Luego alquiló la sala de un vecino para formar un taller, este era humilde en recursos, pero abundaban las ganas de desarrollo empresarial. Es así como la fundadora de Renzo Costa empezó a hacer sus propias confecciones de correas y carteras.
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La pasión por los cueros
A Marina Bustamante le gustó el cuero desde que era pequeña. Ella cuenta que cuando acudió a la casa de su abuelo, quien ya había fallecido, percibió un fuerte olor que provenía de un pozo donde se curtía cueros. “El olor quedó impregnado en mi memoria”, dijo María en una entrevista realizada por el diario Correo.
Desde allí, su pasión por los cueros ha trascendido en su vida, a través de su empresa Renzo Costa. Esta pasión, unida a su trabajo, ha logrado que en la actualidad tenga más de 50 tiendas en Lima y 4 en Chile. Todo un exitoso emprendimiento.
La clave del crecimiento
Bustamante dice que si uno trabaja en lo que le gusta, ya no es trabajo, sino diversión. A ella le gustaba el arte y tomó a la moda como tal. Es por ello que con el pasar del tiempo fue innovando diseños y sobre todo calidad para obtener la excelencia en sus productos.
Empresa con impacto social
El emprendimiento de Marina Bustamante no solo se enfoca en seguir creciendo. La empresa también busca mejorar la sociedad mediante el trabajo.
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Renzo Costa cuenta con más de 500 trabajadores, de los cuales el 12% son personas con discapacidad auditiva. Asimismo, en el penal de Ancón II, a través del programa Manos Invencibles, ha capacitado a 49 internos.
Marina Bustamante es todo un ejemplo de mujer emprendedora. La pasión por lo que hace y el trabajo que realizó desde que era joven, han hecho posible que la marca Renzo Costa sea una de las marcas más famosas del Perú.
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