Varios son los ingredientes que se necesitan para una comunicación y publicidad efectivas, pero la emoción es un aspecto que no debemos dejar de lado. Y es que una de las características irrefutables de los hombres y mujeres es que los sentimientos juegan un papel muy importante en nuestras decisiones.
Así hay spot publicitarios que sin importar nuestro estado de ánimo de pronto nos gritan –voces o personajes que nos anuncian productos con tonos fingidos que en la vida real nadie utiliza– y también hay publicidad que nos confunde o hasta nos miente –nos referimos a comunicaciones que prometen resultados irreales, en vez de comunicar soluciones medibles y alcanzables.
La tendencia de la publicidad, afortunadamente, nos habla de una preocupación y necesidad por sensibilizarse y humanizarse. Esto es algo que el propio consumidor ha venido de alguna forma exigiendo y que el marketing emocional puede proporcional.
¿Cómo encontrar el ingrediente emocional?
Simplemente resuelve con sinceridad la siguiente pregunta, y para responder puedes tomarte unos días, observar a tus clientes, el mercado, a tu competencia. La pregunta es: ¿cuál es el sentimiento que genera tu producto o servicio en las personas? No se trata de una pregunta que solo aplica a negocios “cursis”; cualquier negocio, producto o servicio provoca un sentimiento y, cuando lo encuentres, la recomendación es que por ahí dirijas toda tu estrategia de comunicación y publicidad.
Toma en cuenta un caso real. Esta misma pregunta la hizo un negocio que vende y repara neumáticos; sí, una llantera común y corriente. El propietario de este negocio insistía en que su producto no era más que unas simples llantas y que difícilmente un producto así podía emocionar a la gente. Después de varios ejercicios, se llegó a la conclusión de que el sentimiento de su producto y negocio era la seguridad.
Una vez identificada la emoción, por ahí se dirigió toda su estrategia de comunicación, tanto interna como externamente; sus anuncios en medios dejaron de presumir las características del producto, ahora todo tenía que ver con empatizar y sensibilizar a la gente en que, para llegar a casa con bien o ir y venir de vacaciones sin contratiempos, era este el negocio que tenían que visitar y así se contaban historias que daban su testimonio al respecto. La respuesta del mercado fue muy favorable.
Fuente: Alto Nivel