A veces la situación por la que pasamos hace que nuestros sueños y metas se estanquen o, peor aún, desaparezcan; sin embargo, la clave está en empeñarse- hasta el final-, en que se cumplan. Así sucedió en la vida de Abdul Halim al- Attar, un padre de familia de nacionalidad siria que, tras pasar por una crítica situación, hoy es dueño de 3 negocios y ayuda a gente que está pasando por lo mismo que él pasó.
Abdul Halim al- Attar fue un refugiado sirio y la historia de su exitoso emprendimiento empezó durante una época muy mala para él. Todo inició en el 2012, cuando tuvo que huir del lugar donde vivía (Damasco)- de la misma forma que miles de personas- por los constantes enfrentamientos entre los rebeldes y el ejército sirio. Se refugió en Beirut (capital de Líbano) y fue en este lugar donde su vida cambió por completo.
LEE MÁS: Laboratoria, la exitosa startup peruana que empodera a mujeres
En Beirut, Abdul salía todo los días a vender lapiceros con su pequeña hija en brazos. No era el único, los demás refugiados también lo hacían para poder sobrevivir; sin embargo, un refugiado sirio le tomó una fotografía cuando estaba trabajando por las calles.
El hombre colgó la foto en redes sociales y al poco tiempo se hizo viral, automáticamente se produjo una búsqueda internacional para encontrar a Abdul. Trabajadores de asistencia y periodistas se empezaron a movilizar.
Syrian father selling pens in the streets of #Beirut with his sleeping daughter #Lebanon #Syria pic.twitter.com/KOz4mjW1rd
— Gissur Simonarson 🇮🇸🏴 (@GissiSim) August 25, 2015
Después de ello, Gissur Simonarson, un activista de Noruega, y Carol Malouf, una periodista libanesa, lanzaron una página en la que instaban a los usuarios a recaudar 5.000 dólares para la familia de Abdul. Traspasaron su objetivo, el monto recaudado de todas partes del mundo, en 24 horas, llegó casi a 80 mil dólares y al final llegaron a recaudar 190 mil dólares.
Sea o no por cosas del destino, Abdul obtuvo ese dinero gracias a su fotografía que se hizo viral. Si bien pudo haberlo gastado comprando cualquier cosa que necesitaba, – como por ejemplo una casa donde vivir- , él decidió invertir el dinero en un emprendimiento. Ahora, en menos de un año, cuenta con 3 restaurantes y da empleo a 24 refugiados en la ciudad de Beirut.
LEE MÁS: Oswaldo Hidalgo, el provinciano que logró el éxito con Vistony
Como ves, a Abdul se le presentó la oportunidad de emprender y no dudó en hacerlo. Si bien en un primer momento no le gustó que el mundo pusiera los ojos sobre él, debido a la situación adversa que estaba pasando, hoy trata de agradecer el apoyo de la gente. ¿Cómo?, ayudando a personas que actualmente se encuentran en la misma situación que él estaba.
De esta forma, Abdul ha recuperado su dignidad. Ahora es el héroe de su propia historia y es un ejemplo de que si nos lo proponemos, las cosas pueden cambiar. Todo depende de uno mismo, solo hay que esforzarse y aprovechar las oportunidades en el momento adecuado.