¿Alguna vez has pensando sobre lo importante que es mantener a tus clientes satisfechos y felices? Sabemos que sí, y sabes lo crucial que esto significa. Lo sabes porque en nuestra vida cotidiana nosotros también somos clientes.
Recuerda que mantener a tu cliente repercute en tu productividad, porque, a fin de cuentas, ¿para quiénes están dirigidos tus productos sino a ellos?
Cuando tu producto es excelente, entonces, las personas regresarán para consumirlo. Si el servicio es malo, entonces, la competencia te lo agradecerá, y ya sabemos lo que significa eso.
Siempre ten en cuenta esto, que es un consejo de un conejo. “Sin calidad somos nada, sin calidad nuestro negocio desaparecerá. Los clientes satisfechos siempre serán nuestra mejor publicidad”
¿Entonces cómo puedo mantener a mis clientes satisfechos?
Si tu producto no se vende no es culpa de los clientes
Toma en cuenta que intervienen varios factores para que tu negocio no marche sobre ruedas. Estas variables pueden ir desde que tu audiencia no puede costear tu producto hasta no entender el valor de tus servicios. Y cuando esto suceda nunca olvides lo que nos enseña Bill Gates: “Tus clientes descontentos son tu mayor fuente de aprendizaje”.
Crea cercanía
Tus clientes deben sentir que tú no los tratas como simples clientes sino como personas. Debes hacerle que está hablando contigo y no con una empresa. Y si la comunicación es vía email o redes sociales que el cliente sepa que es atendido por ti.
El cliente siempre tiene la razón
Nunca olvides este refrán, que no sea simple letra muerta. Cuando haya problemas trata de resolverlos con la mayor celeridad, y cuando adviertas que estás equivocado pide disculpas. Sí, pide disculpas. Esto que parece tan sencillo es extremadamente difícil de cumplir por muchas empresas.
Tú eres uno entre cientos
Es muy importante recordar que el consumidor tiene la posibilidad de elegir entre cientos de otras tiendas para comprar, por lo que una persona de atención al cliente debe poder responder preguntas, guiar al usuario y resolver todos y cada uno de los problemas, no sólo centrarse en simples mediciones. La mejor política de atención al cliente debe ser proactiva y debe evitar que el usuario brinque de un lado a otro para resolver sus dudas.
Educa a tu audiencia
Existe algo que los psicólogos llaman la pedagogía de la costumbre, es decir, debes hacer que tus clientes no tomen tu producto como un simple producto sino que debes convertirlo en un hábito para ellos. Lo sabemos, difícil pero no imposible
No temas a cambiar tu enfoque
Si observar que tu forma de encarar tu negocio no rinde réditos, entonces, vuelve a plantearte quién es tu público objetivo, qué es lo que necesitan y, sobre todo, cómo hacer para que te necesiten. No pierdes nada en cambiar, al contrario, este actuar te puede acercar más a tu audiencia.
Cumple lo que prometes
¿Alguna vez te has sentido defraudado cuando lo que compraste no cumplió tus expectativas? Si te ha pasado esto, entonces, sabes a lo que me refiero. Nunca le prometas a tus clientes algo que no vas a cumplir, porque ello daña tu marca, y nos hace quedar como personas poco serias y poco profesionales.